Bebtsy, lideresa de la comunidad fariana en Aguabonita.
El 8 de marzo de 2018 la Fundación Kuri Pukuska, Natalia Cortés Rocha y Corporación Descontamina, miembros de la recientemente consolidada Red Etnósfera, apoyaron a los excombatientes de las FARC en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
La cita fue en Aguabonita, municipio de La Montañita en Caquetá. Además de la Red Etnósfera y la comunidad fariana, participó la Policía Nacional, que conmemoró con canción y rosas a mujeres farianas y no farianas por igual; la Universidad de la Amazonía que facilitó un espacio de interacción y reconocimiento mutuo entre excombatientes y jóvenes estudiantes; y varias organizaciones de mujeres, que con fuerza en su palabra y amor en su voz demostraron porque a través de la historia las mujeres han sido las abanderadas de la construcción de paz.
Organizaciones de víctimas y la comunidad fariana realizaron un acto de perdón y reconciliación. Desde la compasión y la empatía, ambas partes decidieron aunar su esfuerzo para la no repetición.
Por su parte, el grupo de teatro de la FARC sorprendieron con una reflexiva obra cómica sobre la fortaleza de la mujer; y su grupo musical Los Rebeldes del Sur difundieron armonía entre los variados asistentes propiciando un encuentro como compatriotas e iguales.
La Red Etnósfera participó desde un enfoque de transformación y sanación. Música medicina y palabra sagrada compartió Nicolás Losada de Fundación Kuri Pukuska*; y Natalia Cortés Rocha realizó un taller teatral que promovía el auto-reconocimiento de las cualidades y fortalezas femeninas que todos y todas tenemos dentro. A continuación, entretejemos la letra de la poderosa canción que compartió Nicolás con algunas reflexiones que surgieron de nuestra participación.
Excombatiente entregando planta como símbolo de vida y conmemoración
“Si la vida te enseña con dolor, tu aprende con amor.
Si el camino oscuro se volvió, se la luz que busca el perdón.
La solución está en tu corazón, escúchalo y hallarás a Dios.”
Colombia hoy vive en una profunda polarización, producto de un largo dolor, estela intergeneracional de una larga guerra y una aún más larga injusticia social. Vivimos en una dualidad, donde el camino oscuro se volvió, y al mismo tiempo seguimos siendo ese país lleno de paisajes alucinados y gente mágicamente variopinta, donde se respira y vive bacanería.
La palabra que el 8 de marzo compartió Nicolás nos recordó que es el amor el que nos guiará a la virtuosa transformación que tanto añoramos para Colombia. En la dualidad que hoy vivimos tenemos igual capacidad para amar y para odiar; pero no podemos combatir oscuridad con oscuridad, y por eso con consciencia debemos alimentar la luz que aun brilla en el espíritu de la nación; y en el nuestro.
No es tarea fácil, el dolor lleva fácilmente al rencor. Sin embargo, tenemos a las mejores maestras con nosotros. Su historia de lucha, esa que nos convocó ese 8 de Marzo, es un momento para la reflexión y el aprendizaje.
Nicolás Losada compartiendo su palabra en Aguabonita
Nicolás explicó que este día tiene una fuerza especial. Es una fuerza que nos convoca y nos invita a reconocer que en estos tiempos que se avecinan la mujer será fundamental: base misma de la sociedad, reconstructora de comunidad, maestra. Es de la mujer que podemos aprender la profundidad del amor verdadero pues ellas son la representación del amor real en la tierra, son la fuerza del amor encarnada.
Este es su gran poder. Con él han batallado a través de la historia, construyendo un mundo mejor donde hombres y mujeres puedan convivir en equidad, donde podamos aprender de nuestras diferencias, y así potenciarnos mutuamente hacia un camino de virtud.
Las anfitrionas de la comunidad fariana y las asistentes de organizaciones sociales y UniAmazonía atentos en el círculo de palabra
“Si un día caíste en un error, si mentiste o sentiste algún rencor
No te rindas y aprende con valor, la enseñanza que la vida te dio
Para levantarse primero hay que caer, es la humildad lo que te hará crecer”
Natalia Cortés Rocha en el taller “Despertando la Diosa Interna”
Un pequeño acto puede desencadenar una gran espiral de cambios, como una palabra acertada en el momento indicado, una mirada de compasión o el tacto de dos manos que se ayudan. Lo que hace grande al acto es quien lo ejecuta y el contexto en el que se da.
La lucha de las mujeres en el mundo ha estado alimentada de pequeños actos de sororidad; gracias a que nunca se han rendido, las mujeres actuales personifican miles de dones, poderes y virtudes que las fortalece a ellas y a su lucha. Es necesario reconocer esos regalos que nos han heredado, honrar esos caminos recorridos y cultivar esos dones dentro nuestro.
En el ejercicio teatral de reconocimiento entre ellas y en sí mismas que Natalia llevó a cabo, las mujeres reconocieron el valor y la enseñanza que sus ancestras les dejaron. La niña de 11 años vio en sí misma la fuerza; su compañera de al lado disfrutó de la belleza que encontraba en ella; la joven que vestía elegante sintió la entereza en su ser; la chica de alegría pícara reía de la ternura que intentamos camuflar pero que se escapa en cada mirada; y la mujer mayor que parecía distraída, en realidad reflexionaba sobre su propia sabiduría.
Disfrutar cada virtud fue el mejor homenaje que les pudimos hacer. Fue la forma de agradecer la grandeza de quienes desearon un pequeño cambio, y con valor lo materializaron, demostrando a la historia que somos merecedoras de lo que deseamos.
Las mujeres participantes del taller
“O gran espíritu del universo, arcoíris, naturaleza
Eres tú la fortaleza, nuestra vida, sabiduría”
Poderoso mandala elaborado por organizaciones de la Plataforma de Mujeres del Caquetá
“Cada día es una oportunidad, para cambiar y mejorar
Caminemos siempre en la verdad, como hermanos busquemos la unidad
Y así la fuerza aumentará, para vencer a la oscuridad”
Hoy en Colombia estas palabras adquieren profunda importancia. Hoy, como nunca antes, tenemos la oportunidad de cada día avanzar hacia la paz: de cambiar y mejorar como individuos y como sociedad.
Nuestra transformación es hacia la unidad. De la polarización, poco a poco caminaremos hacia la fraternidad. Lo lograremos cultivando la amistad con aquellos que opinan diferente; perdonando y abriendo nuestro corazón a aquellos que participaron del cruento conflicto armado. Exguerrilleros, exparamilitares, agentes del Estado, civiles… todos participamos por acción u omisión del conflicto armado, todos nos merecemos una oportunidad de cambio.
Hoy hay más de 11.000 hermanos y hermanas compatriotas que inician su camino de reincorporación a la vida civil. Si les damos la espalda ahora que quieren salir de la oscuridad de la violencia armada, no tendrán más opción que volver a ella. Es siendo y dando luz que podremos transformar a Colombia. Cada vez que insultamos al opositor, cada vez que alimentamos el odio hacia quienes han causado sufrimiento, cada vez que rechazamos a un hermano o hermana compatriota, aportamos más al caos que quiere apoderarse de Colombia.
Poderoso mandala elaborado por organizaciones de la Plataforma de Mujeres del Caquetá
“Que tu palabra sea con tu actuar, tu pensamiento así se aclarará
Y en la oración encontrarás la paz, cuando estés triste y no puedas pensar
Y es el momento para reflexionar, y escuchar la voz universal”
El círculo de palabra terminó con un llamado a la real resistencia, esa que se construye desde la inteligencia y el corazón. Si nosotros no fortalecemos nuestro espíritu y nuestro pensamiento -dijo el hombre medicina- cualquiera nos va a poder dominar. La real resistencia nos permitirá discernir a profundidad lo que está bien y lo que está mal; y sólo así podremos dejar de jugar los juegos de odio que políticos disponen para nosotros, y sólo así podremos encontrar claridad para saber qué mitad de nuestra dualidad debemos alimentar.
“O gran espíritu del universo, arcoíris, naturaleza
Eres tú la fortaleza, nuestra vida, sabiduría”
Equipo de Teatro y de Comunicaciones de la comunidad fariana en acción.